martes, 18 de noviembre de 2014

MARÍA MONTESSORI Y LA PEDAGOGÍA PROGRESISTA

Como ya expone Ken Robinson, uno de los problemas que se puede apreciar en la actualidad dentro del ámbito de la educación es la falta de metodologías que desarrollen la capacidad creativa del alumno. Este es un problema que afecta por un lado a los niños de corta edad, ya que en esa época es cuando la imaginación está en su pleno auge, y posteriormente a los adolescentes debido a la falta de desarrollo creativo.

Partiendo de esta idea inicial, considero que la metodología de enseñanza que propone María Montessori tiene sus cosas positivas y sus cosas negativas. Es interesante esa forma de aprender basada en la libertad y autoaprendizaje en la primera fase (infancia) ya que permite al alumno la autonomía propia de crear, pensar, equivocarse, acertar y construir conocimientos limpios por sí mismos, sin manipulación alguna. Al mismo tiempo le permite sociabilizarse y adquirir capacidades y habilidades sociales que serán necesarias a lo largo de su vida. Mientras que para los adolescentes y jóvenes esa metodología quedaría muy básica y con carencias. Con el paso de los años y la madurez que vayan adquiriendo, los alumnos aumentarán sus capacidades pudiendo realizar otro tipo de aprendizaje dependiendo de los ámbitos educativos, sociales y laborales donde se muevan. Por ejemplo, un alumno en la segunda fase educativa con esta metodología de aprendizaje nunca podría ser notario, ya que la oposición que se requiere, supondría un aprendizaje muy lineal y repetitivo.


Como conclusión, es interesante conocer esta metodología nueva pero creo que hay que abrir el abanico de posibilidades en cuanto a tipos de aprendizaje ya que como muchos estudios han revelado ya, cada alumno tiene una capacidad y un ritmo de aprender diferente, y por tanto, es necesario que el sistema de enseñanza se adapte en determinadas ocasiones.

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